jueves, junio 30, 2005

Marcha contra la ¿qué?

Hace ya un tiempo, en un libro de John Le Carré, el Jardinero Fiel (que ahora la hacen película), explicaba uno de sus personajes cómo la "ayuda humanitaria" era un cúmulo de problemas, desde generación de corrupción hasta la ruina de aquellos que se ganaban la vida cultivando lo poco que podían.

No dejaba de ser una novela, pero aquel planteamiento hizo que me pensara dos veces esas cosas que nos meten con calzador y que vemos como buenas, sin plantearnos nada en su contra.

Pues bien, cuál es mi sorpresa cuando leo que D. Francisco Cabrillo opina lo mismo en su columna en la Gaceta de los negocios, acerca de acciones supuestamente buenas como la condonación de la deuda (que en el fondo es lo mismo que la "ayuda humanitaria"). Es muy buena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La ayuda presuntamente humanitaria es una losa para el desarrollo del tercer mundo, pero nos lava la conciencia. No les dejamos vender sus productos pero a cambio, para dormir tranquilos, les damos el 0,7% y que se apañen. Detras de esas marchas hay buenas intenciones y mucha ignorancia.
Saludos