sábado, mayo 28, 2005

En el año de la pera de Nuestro Señor Jesucristo, la Inquisición elaboraba exhaustivos catálogos de libros prohibidos que les permitía erradicar con mayor eficiencia el pecado del mundo en general y de las bibliotecas en particular, lista negra en ristre. Hoy día, a pesar de vivir en la llamada "sociedad de la información", las cosas no han cambiado apenas. Me entero a través de mi buena amiga -y vecina- De la Vogue de que su bitácora ha sido incluida en un listado de bitácoras supuestamente homófobas (la podréis encontrar en los comentarios). "EVITA TODO CONTACTO CON LAS PAGINAS WEB HOMÓFOBAS" reza el texto de marras, y aunque el esfuerzo compendiador resulta muy notable hay que reconocer que los artífices del Index Librorum Prohibitorum se lo curraron mucho más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Crispación ;)