Alianza entre Mamones: Varis versus los frikis

Desde que anunciaron Fon y entré en su página web a leer de qué se trataba, me pareció un camelo y una buena forma de ganar dinero por parte de Martín Varsavsky (una intención muy legítima, por cierto). No me costó mucho decidir que nunca me suscribiría (y eso que ya tengo el router Linksys).

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Yo entiendo que a los frikis y a los geeks les encante la idea. Hay que tener en cuenta que tienen tres tipos de usuario: los linus, los bills y los aliens. Puedo llegar a comprender que esa terminología y esa clasificación de los usuarios le parezca muy cool a ciertos frikis, aunque a mí me parecen una soberana chorrada -con todos mis respetos-. Cada vez que escucho hablar de esa clasificación y esos nombres, me río hacia mis adentros imaginando cómo tuvo que ser la reunión de brainstorming para decidir esos nombres. Seguro que se lo pasaron chachi piruleta y soltaron muchísimas carcajadas cuando a alguien se le ocurrió el nombre de bills para los que quieren cobrar por su conexión. Claro, como Bill Gates es el dueño de Micro$oft (¡no olvidar nunca el símbolo del dólar!), y hay que demonizarlo como sea, pues bills. ¿No os imagináis a más de uno saliendo de esa reunión, riéndose como Patán y pensando algo como “ji, ji, ji, qué ingeniosos, menudas ideas tenemos, somos lo más”?.

Lo mejor de todo es que les ha funcionado con muchísima gente y tienen acérrimos defensores de la idea. Y eso me parece loable y digno de admiración. Pero eso sí, sólo entre los frikis. No hay más que darse una vuelta por el mundo real, y ver que Fon no es nada. Puro humo. Si le pregunto a mi padre qué es Fon, no tiene ni idea. Si lo comento en la oficina, no saben de qué hablo. Cuando voy a clientes, tampoco tienen ni idea (y eso que me dedico a IT). En general a la gente le importa un comino esto de las conexiones wifi gratuitas o no gratuitas, los aliens o los bills. La gente quiere tener una conexión en casa, ya tienen la del trabajo, y el 99% de la gente no es tan friki como para necesitar tener una conexión en cualquier parte. Y los que la necesitan por razones de trabajo, ya la tienen en los aeropuertos, en hoteles y en determinados locales (Starbucks, sin ir más lejos).