Un año en Leeds

Hoy hace exactamente un año. En el aeropuerto me esperaban Gemma y Danielle, dos rubias inglesas vestidas de rosa que no había visto en mi vida y que no entendía una palabra de lo que me decían. Se disponían a llevarme a su casa en Swarcliffe, un barrio remoto de Leeds, para que mi aventura estuviera servida en bandeja de papel reciclado de Fish & Chips. Media hora más tarde, mis dos maletas descansaban en un rincón de aquella habitación azul, mis dos compañeras de casa bebían vino en el salón. Era el primer día de mi nueva vida.

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