De la pornochacha* a la pornotasa

La comisión presupuestaria italiana anunció ayer un impuesto especial sobre la venta y alquiler de material pornográfico, un cargo del 20 por ciento con cuyos fondos está previsto mantener las pensiones de las familias numerosas. La propuesta, que ya fue discutida el año pasado, se aprobó dentro de un paquete de enmiendas a los presupuestos de 2006, con el que se pretenden remendar algunos de los escandalosos rotos de la economía transalpina, que presenta la tercera deuda pública más abultada del mundo.

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La parlamentaria de Alianza Nacional Daniela Santaché, promotora de la polémica medida, aseguró que la recaudación prevista alcanzará cerca de 220 millones de euros. «Era necesario llevarlo a cabo, no por una cuestión moral, sino porque creo que es justo tasar los productos que no son indispensables. Gracias a esta medida el fondo destinado a la familia ha superado los mil millones de euros, tal y como estaba previsto en un primer momento», explicó.

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Estos productos no serán indispensables para doña Santaché, que seguramente ya estará bien servida, pero para millones de seres humanos son necesarios (si no, no los adquirirían en tropel). Por tanto, dejen ya de decidir por nosotros lo que es impresdinble y lo que no y de aplicar un impuesto abusivo e injusto (que penaliza al pecador, como si Italia fuera una teocracia) y de tocar los huevos. Cuando necesitemos ayuda para discernir lo imprescindible y lo prescindible ya les pediremos que vayan al Caprabo para hacernos la compra.

(*) Nota del webmaster: en lugar de "pornochacha" quisimos decir "pornotrabajadora del hogar". Pedimos disculpas si alguien se ha sentido injustamente agraviado.