jueves, octubre 06, 2005

Me paresió ver una linda corona de Aragón (Piolín dixit)



ARTÍCULO 187. CIRCUNSCRIPCIÓN ELECTORAL PARA EL PARLAMENTO EUROPEO

A fin de que el territorio de Cataluña, solo o junto con los territorios de otras comunidades autónomas vecinas, sea una circunscripción para las elecciones al Parlamento Europeo, la ley orgánica electoral debe concretar dicha determinación.

Las negritas son mías. Como podéis comprobar a través de artículos como el reproducido en el post, el estatut de separatista tiene bien poco, puesto que se demuestra la voluntad de "arrejuntarse" con las provincias de la antigua Corona de Aragón. Podéis descargaros aquí el texto íntegro y en castellano.

Ahora ya veo claro que los émulos de Torrente III que rebuznan -cual lacayos de Busch- contra el estatut es porque no se lo han leído.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Eres un fascista que pretendes colarnos de rondón la falacia histórica de que la capital de la Corona de Aragón no era Barcelona, como todo el mundo sabe, sino Zaragoza. ¿De dónde has sacado ese mapa, de la güeb del pepé?

Anónimo dijo...

¿Y dice algo el "Estatut" de solicitar la opinión de las otras comunidades o regiones para formar parte de esa circunscripción electoral europea?
Por cierto, que también se habal en el "Estatut" de promocionar el aranés. ¡El aranés!
El aranés sí tiene categoría de lengua, pero el valenciano, no.
Zuppi.

Reboot, El Diablillo Cojuelo dijo...

Ay! Carmelo. No te hundirías un poquito más...
Hagamos historia: La capital del reino de Aragón fue primeramente Jaca, para luego pasar a Zaragoza.
Barcelona nunca llego a ser capital del reino de Aragón puesto que tras la fusión de coronas y posterior sucesión a Carlos I, se pasó a Toledo la capital del Imperio. Imperio, te repito.

Luego llega la gente como tú y dice que fue Barcelona. Tres bien, monsieur. Acabe de hundirse, por favor.

JorgeAnoro dijo...

¡Ay Carmelo! espero que tomes nota del comentario de el diablillo.

Reboot, El Diablillo Cojuelo dijo...

Ahm... Y mil perdones a Carmelo, que no he sabido leer su ironía.