domingo, octubre 09, 2005

El mejor Pepiño

No sé a vosotros, pero a mí me recuerda al mismísimo Jesucristo, cuando explicaba las parábolas a los doce apóstoles.
«El proyecto de reforma del Estatut es como un edificio de 17 vecinos. Uno de ellos ha presentado un proyecto para reformar su piso, ha pedido permiso a la comunidad y al Ayuntamiento y ni siquiera ha comenzado la obra. Podrá hacerla y la hará siempre que no afecte a la estructura del edificio», explicó Blanco. El PP juega el papel del «vecino gruñón que nunca saluda, siempre critica, no paga las cuentas de la comunidad, trata de enfrentar a unos con nosotros mientras clama por la unidad de todos y, cuando se le recrimina su actitud, acaba dando un portazo».
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Está sembrado, sin duda.

2 comentarios:

Daniel Rodri­guez dijo...

Aparte de la descripción, digamos, poco exacta del PP, quizá debería indicar que la reforma del piso requiere tirar la fachada y la estructura de la casa. Lo raro es que no gruña él.

Anónimo dijo...

> '[...] y, cuando se le recrimina su actitud, acaba dando un portazo».'

Coño, ahora entiendo por qué España, digo el edificio, corre peligro de venirse abajo. Por los portazos del Partido Popular, digo del vecino gruñón.

Ni me había dado cuenta.