El sempiterno culebrón del nou estatut está haciendo polvo de verdad a sus más directos competidores del share, ya sean estos "Gata salvaje", "Amarte así, Frijolito" o cualesquiera de entre las demás exquisiteces que la televisión pública española -ahora ya sin telebasura en horario infantil- tiene a bien obsequiarnos un día sí y el otro también, para entroncarnos catodicamente con la tradición ilustrada, laica, republicana y cosmopolita que el presidente Rodríguez propugna. En el capítulo del día de la fecha, Antonio Luis Rosendo Maragall Peláes, sintiéndose muy dolido por las maniobras que el lisensiado Víctor José María Mas y José Luisito Péres Rovira han urdido en su contra, ha decidido que el erario público -ese que no es de nadie- bien merece una buena mordida -al más puro estilo Vlad Dracul- para llamar a la reconciliación y ya de paso avivar la flama del debate intelectual en el que andamos sumidos.

El PSC, consciente de que si CiU y ERC mantienen su alianza en algunos puntos del Estatut puede verse obligado a votar en contra del actual proyecto, inicia hoy una campaña para demostrar su apuesta por un nuevo texto estatutario. Bajo el lema Guanyem l'Estatut, ara!, los socialistas reclaman "un gran acuerdo".



Este verano, CiU ha señalado al PSC como responsable de un hipotético fracaso del Estatut por rebajar sus posturas para no incomodar al PSOE. La campaña del PSC, presentada ayer por su primer secretario, José Montilla, y que consiste en colocar 500 pancartas y 200 vallas por toda Catalunya, pretende aportar "argumentos frente a la confusión que CiU quiere crear".