martes, septiembre 06, 2005



El 26 de mayo del año en curso se inició una campaña en la que nosotros, pensadores, intelectuales, progresistas, y en defintiva todo aquel ciudadano libre, de espíritu libre y sobre todo con mucho tiempo libre que tuvo a bien echar una firmilla, demandamos la supresión inmediata del programa "La mañana de la COPE", dirigido y presentado por Federico Jiménez Losantos, ya que la curiosidad morbosa nos estaba venciendo y no podíamos evitar escuchar su espacio todas las mañanas, a fin de soltar unos cuantos espumarajos rabiosos del belfo, blasfemar en urdu, rasgarnos nuestras vestiduras made in China, hervir nuestra sangre al baño María y en definitiva, sentir como sus acometidas dialécticas eran más fuertes que nuestro resquebrajado muro de contención neuronal. Esto no podía seguir siendo así, no podíamos continuar infraviviendo de esta manera, víctimas de tal perniciosa adicción que nos consumía el alma, que nos arrastraba hacia las procelosas aguas del ultracapitalismo neocon. Para nuestra sorpresa, el citado presentador no ha escuchado la voz unánime del pueblo, pues no sólo ha vuelto a las andadas retomando el hilo de Ariadna de las ondas, sino que ahora los exhabruptos que permite que se emitan en su programa cada vez van a más y son de más hondo calado: esta vez -las fonotecas son testigas- ha sido comino (esperemos que no haya ninguna damisela en la sala que pueda sentirse afectada ante el palabro).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es curioso como cuando una información viene desde la derecha se la tacha de "subjetiva", no así cuando viene desde la izquierda. Lamentable.