¿Quién dijo que fueran tontas?

Las ministras de Vivienda y Cultura nos salen bastante caras a los españoles. El Gobierno reconoció ayer a preguntas del PP que tanto la nueva delegación del Ministerio de Vivienda en el madrileño Paseo de la Castellana como los apartamentos de Calvo y María Antonia Trujillo fueron reformados por valor de más de 300 millones de pesetas... cuando las dependencias estaban recién remodeladas y sin estrenar.

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La cosa no queda ahí: en el pabellón anexo de la calle Joaquín Costa, la ministra Trujillo se construyó un apartamento junto al de su amiga Carmen Calvo. El pabellón acababa de ser remodelado por valor de casi 100 millones por el PP como sede del Fondo de Regulación y Organización del Mercado de Productos de la Pesca y Cultivos Marinos (From). Otra vez sin ni siquiera estrenar la nueva obra, se decidió construir encima por un precio que no ha sido revelado por el Ministerio de Presidencia.

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