miércoles, junio 01, 2005

Si quieres ser como yo, ¡no te pierdas mi serie de televisión!, afirma Son Goku en la imagen adjunta.


Algunas series infantiles perjudican «gravemente» la capacidad de pensamiento de los niños, según un estudio de la Universidad de Valladolid, que cita en concreto la japonesa Dragon ball y todas las de estructura narrativa semejante.

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Según este estudio, mientras los participantes no tuvieron ninguna dificultad para señalar las motivaciones de los personajes de David el Gnomo , y dónde y en qué momento de la historia se encontraban, eran incapaces de situar correctamente a sus homólogos de Dragon ball y de explicar sus acciones e intenciones.

Esto puede tener «graves consecuencias para la formación del pensamiento infantil», según el investigador de la Universidad de Valladolid. «El hecho de que un niño que ve Dragon ball no consiga ubicar a los personajes ni sepa por qué actúan, contribuye a que entienda después la realidad, en su vida cotidiana, como algo que está construido a base de retazos, como un collage ».

La noticia al completo, en La Voz de Galicia.

Si a través de otros inútiles estudios y desde tiempos inmemoriales sabíamos que los seguidores de Dragon Ball -y de otras series del mismo palo nipón- iban camino de convertirse en émulos de Annibal Lecter, King Kong o el increíble Hulk, ahora descubrimos que además propician que se le derrita a uno la materia gris y apenas sepa interpretar las yoyahs que los diferentes personajes se intercambian afectuosamente, sin ser capaces de desentrañar las causas y efectos, motivaciones y ubiciones especiotemporales de cada lance acescido. Lo peor de todo no es que la cosa cuele y haya quien se lo tome en serio (lo cual ya es en sí mismo bastante grave), sino que las universidades españolas pierdan el tiempo -y el dinero de todos- con unas supuestas investigaciones que dan bastante pena.

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