miércoles, junio 22, 2005

Qué mina de mujer

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, dijo ayer que el precio fijo «es la gran decisión para que el libro no sea un mero producto de mercado», y señaló que habrá ocasión de volver a abordar tal cuestión con vistas a la futura Ley del Libro.
Sí, es la gran decisión, la gran decisión que impide al consumidor comprar libros más baratos y por tanto, culturizarse en mayor abundencia (ojalá esa lacra, ese mal innecesario llamado "ministerio de cultura" desaparezca en breve...). El resto de la noticia, en Diario de León.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sabrá esta mujer lo que es el mercado? Le puede preguntar a Polanco.

James Bono, al servicio de su majestad ZP dijo...

Que atrevida es la ignorancia...

Anónimo dijo...

O sea, que si todos los libros tiene que valer lo mismo ¿Qué reclamo utilizarán para venderlos autores y editoriales más malos o menos conocidos? ¿Quién va a tener interés en hacer ediciones de lujo o ilustradas?
¡Ay, qué malo es el mercado, que premia a los buenos y castiga a los malos!

Reboot, El Diablillo Cojuelo dijo...

Precio de libros fijo, tipo impositivo fijo, gasto energético fijo, consumo de agua fijo, ideología política en la televisión fija... Vamos camino del paraíso de las libertades de la mano del PSOE.