Ibarretxe, Carod, Maragall y otros prohombres de su misma cuerda ideológica son semejantes al mismísimo doctor Víctor Frankenstein, coprotagonista de la celebérrima novela de Mary Shelley: de vez en cuando, se hacen una paja mental de nacionales proporciones y del esperma que subyace tras la correspondiente eyaculación acaba fecundando una estéril y horrenda criatura. Lo vimos con el llamado plan Ibarretxe (que en paz descanse) y seguramente lo vamos a ver con el nou estatut catalán, si se cumplen los más negros augurios y termina por convertirse en un aborto con jeta de feto.
Ahora Ibarretxe, mientras la legislatura todavía está envuelta en celofán, vuelve a la carga con un nuevo y delirante p(l)an bajo el brazo. En esta ocasión se trata de fotocopiar la idea maragalliana de eurorregión (cuñaooooo), adaptándola a la cosmovisión de aquellas tierras. La idea en sí no es que me parezca mala, pero Maragall ya tenía los derechos de autor de la película y esto es muy poco original...
jueves, junio 23, 2005
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