Hasiendo amigos

La Constitución Europea es como un mozalbete del tamaño de un tonel que se atiborra cada mañana de donetes grasientos y los comparte con la plebe: le salen amigos por todas partes. Lo vimos en Francia y Holanda, y ahora parece que Dinamarca, Luxemburgo y la República Checa van por el mismo camino. Y de mientras -en otro orden de cosas- toca hacer acopio de víveres y refugiarse en los búnkeres, porque la catástrofe vaticinada por nuestros euroburócratas et Michel de Nostradamus está al caer...