El Observatorio de la Igualdad ha detectado a través de un estudio de campo una realidad estremecedora, que pone los vellos como escarpias: y es que niños y niñas no son iguales.

Respecto a la relación entre el alumnado, las observaciones constatan que el patio de recreo es un "coto privado" de los alumnos varones, que lo ocupan en su práctica totalidad con juegos que impiden un disfrute similar del espacio por parte de sus compañeras.

En lo que se refiere a los diferentes modos de manifestar comportamientos y conductas, también se ha comprobado que aspectos como el liderazgo, la agresividad, o la proyección de futuro son abordados por chichas y chicos con lógicas internas que se diferencian mutuamente.

Por otro lado, la incorporación de las alumnas al mundo de las nuevas tecnologías y del conocimiento científico ha alcanzado cotas similares a las de sus compañeros, mientras que los chicos aún manifiestan "serias dificultades" a la hora de enfrentarse al ámbito de lo afectivo y al cuidado de las personas. "Ciertas trabas parecen haberse removido para ellas, mientras que ellos sigue anclados en el estereotipo y parecen no haber sabido encontrar aún una línea de fuga", destaca el informe.

Leedlo entero y temblad.