martes, junio 14, 2005

Al pobre le regalaron con insultos y promesas de castigos divinos. Lo que voy a contar tiene un retraso de cuatro años, pero me resisto a no hacerles partícipes de lo que, para mí, es ciencia en estado puro.

Les pongo en antecedentes. En Quintela de Humoso, cerca de Viana do Bolo, Orense, durante la romería del Padre Eterno, se celebra un curioso ritual: las gentes acuden con roscas de pan para frotarlas sobre el manto del Padre Eterno.

Según la tradición, esas roscas refrotadas quedan por siempre inalteradas. Ya pueden caer chuzos de punta y dejarse expuestas al aire libre, que los benditos panes nunca enmohecen. Ésta era la situación hasta 2001. Desde ese año las roscas no volvieron a ser como antes, porque ese año hizo su aparición Jorge López.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

A Migel Angel Sabadell le he visto un montón de veces en la tele y me parece un memo de cuidado, me da la impresión de que tiene montado un buen chollo en su "lucha" cotra los videntes y demás engendros. Una cosa son las estafas de los charlatanes y otra los tocapelotas como el tal Jorge López, que debe ser el repelente niño Vicente, siempre jodiendo lo bonito de la vida... ¡Como que alguien se creía lo de las roscas!.

Reboot, El Diablillo Cojuelo dijo...

AHHHHH!!!
Ya decía yo que esa cara me sonaba. Es el tío éste que invitan a todos los programas de debate esotérico que siempre trata de decir que todo es patraña (que no dudo que lo sea) y que habla a trompicones como si estuviera frenético.