martes, mayo 31, 2005

Hay un método indubitable que permite identificar sin margen de error posible a los hijos de perra: consiste en averiguar si tienen o no carnet de conducir. En caso afirmativo, ya no caben márgenes de error ni hay lugar para la incertidumbre. Nos encontramos pues ante sujetos a los que no les tiembla el pulso a la hora de destruir a la naturaleza con los tubos de escape de sus vehículos.

Hasta ahora nada podía detener su contumacia y su afán destructor: ni las áreas verdes, ni los impuestos de circulasión, ni las multas de aparcamiento a granel, ni los incordiantes carriles bici y demás sabotajes perpetrados por las administraciones públicas contra los conductores. Pero ahora viene la medida que seguramente será la más definitiva de todas, y es que para evitar que emponzoñen la atmósfera con sus emisiones antikioto el govern va a decretar que cuando lo estime oportuno no se pueda ir más rápido que un caballo a la pata coja.

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