En Jerusalén todavía nadie se explica qué hacen Maragall y Carod Rovira, los payasos máximus de la Aragon "Clown", en Israel, dándose un rulo por allí y haciéndose foto como un par de guiris. Algunos, como David Millán, especulan diciendo que Maragall-Rovira están inspeccionando el terreno para mandar de nuevo a los Almogàvers y convertir a todos los israelies en seguidores del Barça.
Un mamón no puede estar sin mamonear mucho tiempo. El pontifex máximus, Carod, se negó a participar en el homenaje a Isaac Rabin por que no estaba la bandera catalana ondeando al viento. Eso es ser un mamón. Pero su jesta no quedó ahí. A la hora de participar en el homenaje a Arafat, no tuvo ningún problema en que hubiera una bandera del Imperio sobre su cabeza.
Tendría que haberlo dicho desde el principio. Si pensaba que Rabin era un hijoputa sionista-neoliberal y, lo que es peor, demócrata, tendría que haber pronunciado un discurso en Occitano delante de todos. Homenajear al asesino terrorista de Arafat y no a Rabin, y sentirse más a gusto sentado con los bastardos de ETA que con el PP, no son buenas señales para el número 2 de la Generalitat y el número 1 del Gobierno Español.
domingo, mayo 22, 2005
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