Bienvenido a la Alianza entre Mamones

Cuando José Luis Rodríguez Zapatero, un hombre que cotiza en el corazón y no en la bolsa (qué potito), propuso ante la Asamblea General de la ONU una auténtica Alianza entre Mamones, no conseguí evitar sentirme aludido. En efecto, era imposible no hacerse eco de aquel llamado sincero hacia mi persona. No podía mirar para otro lado, silvando una bella melodía, ni mucho menos hacerme el loco o simular que la cosa no iba conmigo, así que no me quedó otro remedio que poner manos a la obra y forjar la tan ansiada alianza. El resultado de mi ardua labor es esta bitácora que tienes ante tus ojos. Espero que sea de tu agrado y la visites con asiduidad. No sé si con ella conseguiremos alcanzar la paz mundial que con deseos infinitos anhelamos, pero si os proporciona gratos momentos de asueto y diversión yo ya me doy con un canto en los dientes.

Quiero hacer una especial mención a varias personas, responsables de alguna u otra forma de que yo esté escribiendo estos renglones. A Daniel Rodríguez Herrera, por haberme dado cobijo en el servidor de Redliberal durante tanto tiempo y haber sido un extraordinario anfitrión. No descarto volver al redil cualquier día de estos como el hijo pródigo de la parábola. A Antonio Jiménez, por haberse unido a la Alianza y estar siempre ahí. Y por último a Franco Alemán: como podréis observar, me he inspirado en su bitácora en homenaje a uno de los mejores bloggers (y me quedo corto) que han dado los siglos.

De la misma manera que hay quien se cambia de peinado como se cambia de gallumbos (esta metáfora se la debo a Isaac), yo también he decidido hacer un cambio, a pesar de lo a gusto que estaba en mi anterior casa. No descarto volver a ella algún día, pero primero debemos consolidar la Alianza entre Mamones. Por el bien de la Humanidad.