martes, marzo 06, 2007

Gobierno de mierda, ministerios de inútiles.

Me váis a excusar hoy mi soflama, pero tengo las pelotas hinchadas como balones de reglamento con el ministerio plagado de inútiles que dice llamarse de Sanidad.

Sanidad... qué bonita palabra. Dice el diccionario de la Real Academia que la Sanidad es el conjunto de servicios para preservar la salud de los habitantes de una nación, de una provincia, etc. Pero anda desencaminado, pues para mí, Sanidad, es el ministerio que conseguirá acabar con mi salud y con la del resto de mis compañeros.

Yo no sé si alguien de por aquí sabrá que a día 1 de Marzo entró (pretérito perfecto simple, no compuesto, AENA, que me sangran los oídos cada vez que dicen el mensajito de los líquidos en el aeropuerto) en vigor la nueva rebaja de precios en los medicamentos que hará que el malogrado sistema de Seguridad Social pueda sobrevivir unos cuantos años más y sea capaz de atender a un par de millones de moros sin papeles más, sin que nadie se queje.

¿Nadie? Pues sí, mi querida y frígida ministra anti-vicio. El gremio farmacéutico está que trina, pues la rebaja de este año se ha efectuado sin mes de transición, con lo que ello conlleva: Pérdidas que rondan el 2 y el 3% del total de la facturación anual de una farmacia de un plumazo, de un día para otro. Stocks paralizados. Mayoristas sin género. Faltas de provisión. Usuarios sin su medicación. Un caos.

Y para más INRI, estamos ya a día 6 y aún no han sido publicadas las listas definitivas de precios. ¡Aún hay medicamentos que no sabemos cuánto cuestan! Es que no puedo entender cómo se puede ser tan inútil. ¡Señores! ¡Que están en un ministerio, no en una tienda de ultramarinos!

Me comentaba el representante de provincia de mi mayorista habitual, el otro día, que lo de este año iba a pasar a los anales de la historia y que rezaba por no empezar a dar faltas hasta de Aspirina. Yo pensaba que la ministra se podía meter sus ideas por el ano y rezaba porque algún día tengamos en el ministerio alguien suficientemente competente e inteligente, que haga las cosas sin prisas y con planificación suficiente.


¡Ay! pirata, pirata

1 comentario:

Ignacio dijo...

No me aprendes nada:
Primera opción:
Ponte en huelga de Hambre.
Segunda:
Dedicate al tráfico de drogas pero con talante y haciéndolo para mejorar la sanidad fascista, o algo asi, y te levantarán un monumento.