jueves, febrero 09, 2006

La fobia al humo, la paz y la gloria.

Soy ex-fumador y como tal en ocasiones puedo llegar a ser muy coñazo. Me exaspera que alguien se me encienda un puro a mi lado en un lugar cerrado y busco con admirable tesón reductos libres de humos, pues mucho me costó quitarme y no quiero recaer.

Aún así me considero una persona razonable y no me importa en absoluto que alguien en mi mesa se encienda un cigarrillo y disfrute de su vicio post-pandrial. Es más, me molesta que un fumador no disfrute de su cilidro nicotínico porque crea que me pueda molestar. Si me molestara, ya se lo diría, ¿no? Ya me iría a otro lugar, ¿cierto? Me buscaría las habichuelas por mi lado y aquí paz, y después, gloria.

Y hablando de paz y gloria, hoy, en un momento de esquizofrenia de mi radio que se ha puesto espontaneamente a buscar la COPE donde no era, ha saltado Radio Nacional Clásica (que sinceramente, no recuerdo cuál de las cinco es), en donde oportunamente Fernando Argenta discrepaba de la medida del gobierno autonómico de la Comunidad de Madrid de pasarse la ordenación del tabaco por los mismísimos de la Sra. Aguirre y su consejero de sanidad D. Manuel Lamela, argumentando que el humo es algo malo (anda, como alguna que otra alma cándida).

Yo admito que el humo puede molestar, pero no le tengo fobia. No como la que permite al Sr. Argenta aprovechar las ondas para hacer publicidad contra una de las personas que más admiro. Pero era de esperar, D. Fernando, que Vd. le tenga tirria al humo, máxime conociendo un poco su historial familiar. Aunque supongo que le guardará la misma fobia a los coches, como los suizos, que aparte de hacer relojes, ahora van a limitar la velocidad en sus autopistas a 80, precísamente para reducir los humos, esos que tanto odia.

Pero ellos dejan fumar en paz, como hago yo y como hace cualquiera que tenga un par de dedos de frente. Y el que no opine igual, es que a lo mejor guarda una terrible historia que le asfixia la conciencia, como al Sr. Argenta.

3 comentarios:

anghara dijo...

Plas plas plas. Estaba esperando. Hace bien Esperanza Aguirre. Porque ya no se trata de los humos. Es que los señores que tienen la concesión de una cafetería en sitios públicos se están arruinando. Se calcula ya en 25.000 personas las que se han ido al paro gracias a la ley intervencionista de las narices (ver Epoca de la semana pasada). Y además se trata de respetar al no fumador, no de perseguir al fumador.

Por cierto, para limitar los humos de los coches y dar por saco a los menos pudientes ya tenemos a Gallardón, cuya última ocurrencia es prohibir a partir del año 2010 que los coches que tengan más de 6 años circulen por el centro de la ciudad.

Ahí, con un par de pelotas. Jorobando al pobre currito que no puede permitirse cambiar de coche cada 4 años.

http://www.elmundo.es/elmundo/2006/02/09/madrid/1139493867.html

Reboot, El Diablillo Cojuelo dijo...

Pues eso. Otro que debe tener algún trauma infantil.

anghara dijo...

O algún concejal infantil. A saber... ¿hará un talante tatrás? Porque esta es gorda... XD