El pasado mes de diciembre, el tripartido catalán atravesó triunfante el ecuador de la legislatura, habiendo alcanzado hitos jamás vistos hasta el día de la fecha. Nunca se había llegado tan lejos. Sin embargo, de poco serviría una gestión eficiente, carente de máculas, si esta no fuera conocida por todos. Para alcanzar tal fin, nada mejor que echar mano del género bufo y audiovisual por antonomasia: el de la hagiografía (o publicidad) institucional.El resto del artículo (que es mío) en Hispalibertas. Los comentarios dejadlos allí, si lo tenéis a bien.