-Maestro Chu Lin, ¿cuál es la prueba de hombría que debo superar en esta ocasión para alcanzar el Nirvana, oh ínclita encarnación de Maitreya?
-Hijo mío, ven y acércate, cual cachorra de gacela. Abre y tiende las palmas de tus pajilleras manos. En la una, te pongo este enlace (mp3); en la otra, este otro. Aunque son semejantes en apariencia, el uno hace mucha gracia, hasta el punto de que te partes en dos; el otro, es obra del Maligno y sólo produce repugnancia. Has de discernir, pues, cual es cualo.
-Pero Maestro, ¡me he partido el culo con ambos links! ¡Son la monda!
-Lo sabía, eres un fascista ultramontano (de trabuco) y un neocón de Wall Street, un quintacolumnista de Benedicto XVI y de la FAES. ¡Sal de mi templo, por siempre jamás! ¡Hideputa!
jueves, diciembre 22, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario