Ante la escalada cualitativa de los ataques y las agresiones de que son objeto la cadena COPE, sus periodistas, sus trabajadores y sus oyentes, quiero expresar mi profunda solidaridad con todos ellos y mi condena y repulsa a la intimidación verbal y física que escuchamos y presenciamos desde hace semanas protagonizados por políticos, algunos cargos institucionales catalanes y nacionales, así como miembros de algunos partidos u organizaciones juveniles de los mismos que muestran actitudes ya no intolerantes sino abiertamente antidemocráticas.
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Vía El Semanal Digital.
jueves, diciembre 01, 2005
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