Como emito ondas en la misma frecuencia que ZP me gustaría ir a vivir a Venezuela, para disfrutar en primera persona del singular de los beneficios de la robolusión bolivariana y escuchar las rancheras de Chávez en directo. Antonio (chavista de pro) también piensa lo mismo, aunque tomó el avión equivocado y se fue a vivir a Leeds. Por desgracia, el neoliberalismo salvaje me ha embrutecido hasta lo indecible, me ha inoculado retrovirus pequeñoburgueses en mis venas para convertirme en una tuerca arrovellada del Sistema, y ya no hay quien me mueva del reino de Maragall & Co. Menos mal que existen fotologs como Venezuela en imágenes, de Oliver Laufer, que nos permiten seguir puntualmente lo que acaece en el paraíso progresista por antonomasia (después de Cuba) sin movernos del sofá de casa.
domingo, noviembre 27, 2005
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