Así se lucha contra la sociedad de consumo

Abriendo una tienda. Lo cual viene a ser como luchar contra el libertinaje montando un sex shop.

Sylvie Verdillon dejó hace 12 años su Lyon natal para instalarse en Barcelona con su marido, que se había trasladado por trabajo. Devoradora de libros, hace tres años se lió la manta a la cabeza y abrió La Bouquiniste (Aragó, 458). ¿Una librería más? No, está consagrada al libro en francés y de segunda mano.

¿Por qué libros usados? «Porque nuevos son muy caros. Es mi lucha contra la sociedad de consumo», asegura Verdillon. Así, un libro en La Bouquiniste cuesta más o menos la mitad que su equivalente nuevo.

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