Los progres y el tabaco

Tiene que ser entretenidísimo ser progre de a pie y tener que estar dando bandazos continuamente para defender las ocurrencias de los más altos guardianes de la ortodoxia de la Cofradía del Talante. Imaginen cómo se las tiene que apañar un progresista de base a la hora de defender las políticas activas de progreso en relación con el tabaco.

Primero hay que defender las querellas judiciales de Chaves contra las tabaqueras, a las que quiere sacarles 60.000 millones al año, aparte de los impuestos que ya pagan. O sea: los progres contra el tabaco.

El problema viene que un tiempito después tenemos al mismo Chaves y al facturador alcalde de Sevilla apoyando las protestas contra el cierre de la fábrica de tabaco de Sevilla. O sea: los progres a favor del tabaco.

Es una pena que un tiempo después a ZP se le ocurra aquello de que no fumar es de izquierdas y prácticamente convierta a los fumadores en peligrosos fascistas. De nuevo, los progres contra el tabaco.

Lo malo es que después de defender la postura anterior, le recuerden al progre en cuestión las subvenciones al cultivo del tabaco que otorga, por ejemplo la Junta extremeña bajo el mando de ese icono del progreso, el talante y las buenas formas que es Rodríguez Ibarra. De manera que ya la tenemos otra vez liada: los progres a favor del tabaco.

Y estamos en estas cuando nuestro progreta de a pie, ya al borde de la esquizofrenia, se topa con la nueva Ley zetapeísta, hiperreguladora, intervencionista y prohibicionista y tiene que sacar la cara por los suyos, dando un nuevo bandazo y volviendo a postular en contra del tabaco.

Ustedes pueden pensar lo que quieran de los progres pero no me negarán que son la mar de entretenidos.