Angela Merkel miró el reloj de nuevo. Había pasado un minuto desde que comprobó la hora por última vez, y aún le quedaba otro para volverla a mirar, antes de saltar a la tarima y dar su opinión sobre los resultados de las elecciones generales, tras meses de dura campaña. En su cabeza aún resuenan las coñas de Schroder y sus amigos socialdemócratas, que en aquel pub de Baviera, bajo los efectos de un severo consumo de cerveza alemana, se apostaron con Angela que iban a subir el paro hasta los cinco millones, tirar a la basura 1 billón de euros anuales en la reconstrucción fallida del Este (diciendo que fue culpa de Kohl), aumentar el déficit al 4% del PIB y aún así ganar las elecciones.
La candidata conservadora ya sabía que había perdido las elecciones y que su obligación como buena alemana era pagar esas rondas de cerveza, pero aún quedaba lo peor. Quedaba dar un último vistazo al reloj, subir esas escaleras, pasar la lona y plantarse en medio de la rueda de prensa, como un recién llegado al instituto al que le hacen salir en bolas delante de todos.
Todos esperaban su opinión sobre los resultados, su completo y minucioso análisis de su estrecha victoria sobre los socialdemócratas. Bajó la vista hace sus apuntes, se ajustó las gafas con su mano derecha y dijo, mirando fijamente a las cámaras:
-Nos han dado mucho por el culete
martes, septiembre 20, 2005
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1 comentario:
Si felipe Sahagun ha pronosticado la próxima dimisión de Merkel creo que tiene asegurado el cargo por muchos años, este hombre me cae bien, pero como adivino no vale nada, aún recuerdo como contaba las razones por las que ganarían los sandinistas unas elecciones que perdieron escandalosamente.
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