sábado, septiembre 24, 2005

Dios está con el nou estatut

Queridísimos hermanos y hermanas de la Alianza entre Mamones, os ruego unamos las palmas de nuestras manos al alimón, en actitud devota, elevando con ello una muy sincera oración a la madre de Dios (o a quien sea que esté ahí arriba) para que las palabras de monseñor no caigan en saco roto y Maragall, Carod-Rovira, etc. sean verdaderamente bendecidos...
El arzobispo metropolitano de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, bendijo hoy en la tradicional homilía de la Madre de Dios de la Mercè a las autoridades catalanas que durante estos días intentan ultimar un acuerdo en la reforma del Estatut y apostó por los valores de la solidaridad, el civismo, la justicia y la caridad.

"Pido a la Virgen de la Mercè que bendiga a nuestras autoridades, en todos los ámbitos y niveles, y también su trabajo, especialmente el que están realizando en la reforma del Estatut, y los esfuerzos de tantos ciudadanos para que siga viva esta tradición, tan barcelonesa y catalana, de solidaridad, de civismo, de justicia y de caridad", precisó.

Amén (la negrita es de moi).

2 comentarios:

José García Palacios dijo...

Mandan narices. Sobre todo me llama la atención eso de "especialmente" referido a la reforma del estatuto. Parece que para el arzobispo en cuestión lo más importante de la vida cotidiana de los ciudadanos que viven en Cataluña es el nuevo estatuto. Lo dicho, mandan narices.

. dijo...

Creo que la cosa es más profunda: la contradicción entre la Cataluña moderna y liberaloide (separación Iglesia Estado) y la izquierda elegante e ilustrada (¿qué hacen hablando con dios?). Todo eso aunque sea una bonita tradición, no viene a confirmar lo que ya se sabía: al igual que en el nacionalismo vasco, las relaciones con la iglesia en el nacionalilsmo catalán son profundas. Por no olvidar la histórica oposición a la tradición liberal española. No olviden que lo del franquismo era nacional-catolicismo y que, hasta ahora, los partidos de izquierda han funcionado como federaciones de partidos sin problema alguno con su estrategia estatal ni dudas sobre la legitimidad de la pertenencia al ente superior. Con la Iglesia hemos topado: ¿no ha aprovechado mosén Martínez Sistach para decirles que no es de buenos chicos dejar que los desviados se casen? Esta Iglesia es muy torticera...