martes, agosto 30, 2005
Que vienen los mamones turcos
Borrell ha venido a decir que a Turquía no la quiere en la Unió Europea ni su puta madre. En una época en la que Chirac pide 15 pizzas por teléfono para Blair, el horno no está para bollos. Aceptar a un país con 70 millones de personas, sin saber qué poder tendrá en el Consejo o el Parlamento, musulmán, más pobre que Polonia y que al que no le sale de las pelotas reconocer a Chripre, estado de la Unión, es un bollo demasiado grande para el horno europeo.
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