Hace no musho tiempo que todos -rubios y morenos; altos y bajos; güelfos y gibelinos; tirios y troyanas- acudíamos en tromba, como un torrente impetuoso, a las salas para ver cine español y nos ajostiabamos a base de bien ante la taquilla para no quedarnos sin nuestra correspondiente entrada (ver "Mortadelo y Filemón" fue el sueño de nuestras vidas, a pesar de que tuvimos que castrar a uno que intentó colarse). Nos gustaba ver fornicar a Maribel Verdú buscando las implicaciones intelectuales de la coyunda en cuestión y no podíamos vivir de otra manera (¿se puede vivir de otra manera?). Pero llegó un día, hace ya la friolera de medio lustro, que todo eso cambió, ya que la rancia ultraderecha neoliberal -cutre fotocopia de la existente en Texas- viendo en peligro la supervivencia de su clase social impuso un bloqueo al cine español semejante al que perpetra EEUU contra Cuba. Haro Tecglen -en rigurosa exclusiva- nos lo desvela y pone las cartas de este escandaloso escándalo -valga la rebuznancia- boca arriba.
Ellos no van a ver el cine español. Difunden la consigna de boca en boca, de oreja en oreja, pero a veces se exaltan y lo dicen en público. Ellos tienen sus pruebas: el cine español es rojo.Seguir leyendo "Ellos y el cine"
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