 | Como no podía ser menos, y sin avisar a absolutamente nadie, hace cuatro meses el gobierno, visto que a pesar del anterior recorte (brutal, por cierto) de precios y márgenes sobre las especialidades farmacéuticas, el gasto sanitario sigue disparado, ideó en sus cuevas infames un nuevo decretazo que verá la luz, se cree, en el mes de Octubre. |
¿Su plan? Dar por culo a los farmacéuticos, a la industria, y sobre todo, al usuario.
Dice que ahorrarán 1487 millones de euros. ¡Cómo me río!. Habrá deslizamiento en la receta, como siempre, y la factura será la misma, sólo que esta vez multiplicada por N siendo N el número de legalizados por la vía rápida multiplicada por 8 (tamaño medio de familia magrebí que viene a España a por la asistencia sanitaria gratuíta cuando un familiar tiene seguro)
Lo peor del tema no es el plan en sí, que ya es descabellado, sino las propuestas, el tiempo y las formas. Desde hace un mes corre el rumor, pero nadie sabe nada aún. Ni qué aplicará, ni cómo. Sólo se sabe (más o menos a ciencia cierta) que se aplicará en Octubre. Quedan tres meses y medio y aún no sabemos qué harán. Pasará como con las rebajas de Febrero, que nos tuvieron en vilo seis meses hasta que el propio Enero sacaron el último listado definitivo de rebajas.
En fín, da igual lo que hagan, o cómo lo hagan, el gasto farmacéutico seguirá subiendo un 10% a fin de año ¿y el resto de la factura sanitaria? mejor no saberlo.
Pero no os preocupéis, que la culpa siempre es de los farmacéuticos.
Fuente: ESD (El Semanal Digital)
1 comentario:
Por supuesto, las empresas farmacéuticas son el demonio. No se les ocurre otra cosa que pagar salarios a sus trabajadores y además quieren recuperar el dinero que invierten en desarrollar medicamentos que poco a poco van aumentando la esperanza de vida de la gente.
Además, como ya sabemos, son las culpables de que el SIDA se extienda por Africa. La actitud irresponsable de los jóvenes africanos que mantienen relaciones sexuales con varias parejar distintas a la semana sin preservativo no tiene nada que ver con la extensión de la enfermedad. Es culpa de las empresas farmacéuticas. Ah¡ y del Papa.
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