No se habla de otra cosa en Inglaterra. Organizado por Bob Geldof, Live 8 es un macro concierto que se celebrará en Edinburgo a propósito de la cumbre del G-8, a la vieja usanza de los conciertos benéficos. Va a ir todo Cristo que quiera quedar bien, como Madonna, Sting, U2 y demás, pero lo jodido es que las entradas se reparten por sorteo. Envias un SMS al módico precio de 1,60 libras y esperas a que te toque. A 600 mensajes por segundo durante el primer día, igual hasta cae.
Lo particular de la historia no es que Geldof quiera montar una fiestorra, sino que esta vez no le interesa recaudar dinero. Se trata de hacer cambiar la visión del G8 sobre los problemas en África, cambiar la política a base de actos populares, cosa que gustaría mucho a algunos dictadores de América del Sur. Vale que recaudar dinero para el Tercer Mundo siempre es muy cañero, pero una cosa es eso y otra es que U2, Sting o las reunidas Spice Girls digan a los dirigentes de los países más ricos del mundo cómo deben hacer y se erigan como autoridades morales de Occidente.
Si Sting quiere cambiar la política Occidental hacia África, puede hacer dos cosas: ir a Nigeria a hacer conciertos en contra de la corrupción, o presentarse a las elecciones británicas.
martes, junio 07, 2005
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1 comentario:
Erijan, erijan.
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