Según lo que se cuenta en esta noticia, el politógo Sami Naïr afirma que la globalización es "un proceso de difusión de las inversiones en provecho del primer mundo y dentro de éste en provecho de las multinacionales norteamericanas", pero al mismo tiempo se queja de que "hay continentes enteros como Africa o América Latina que están totalmente fuera de la globalización". Mí no entenderlo por mucho que estrujo la neurona, ya que si se supone que el fenómeno es tan negativo (también dice que es "una estrategia del mundo desarrollado para dominar al resto") y sólo redunda a favor de las transnacionales anglomamonas e hideputas, lo más normal sería que se alegrara de que haya quien permanezca ajeno al mismo.