lunes, mayo 30, 2005

-Perdone pero, ¿qué hora es?

-Sí claro, soy del Betis.

Esto viene a ser, poco más o menos, lo que sostiene el ministro José Montilla respecto a los referéndums y el agudo analfabetismo funcional de los votantes: no vale la pena convocarlos porque no se contesta a lo que se pregunta...
Normalmente la gente responde no por lo que se le ha preguntado sino por otra cosa, y en este sentido, no soy demasiado partidario de los referéndum, que a veces se presentan como el instrumento mejor de democracia, cuando generalmente pasa esto, la gente responde en función de otros parámetros y de otras cuestiones que no son estrictamente las que se les pregunta.
Quizá no valga la pena tampoco que perpetren elecciones cada cuatro años: total, uno puede ir a votar en función de unos parámetros que no son estrictamente los que le interesa al pollo este...

Curiosamente, sólo se hacen este tipo de planteamientos cuando la opción de uno es la que ha mordido el polvo en las urnas. Los electores, en cambio, son inteligentes y sensatos en extremo cuando nos dan la razón. Será casualidad.

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