Él lo sabe, lo ha consultado con la bruja avería en su particular bola de cristal y lo ha visto muy claro, cristalino. Qué más da que tiemblen los EEUU, que la libra toque fondo, que la mitad de los bancos estén con un pie en la fosa o que se destruyan 3000 y pico empleos al día. ¡Qué más da! Lo ha dicho él y punto pelota. Él, clarividente futurólogo de nueva profesión, en vista de que la abogacía no era lo suyo. Lo que estará claro es que a él no le faltarán viandas después de rebajarles a los banqueros su imposición fiscal.
Este país se ha convertido en una cueva de sinvergüenzas a costa de los mismos que los votan.
Pues a mí sólo me salen películas porno en la bola, ¿eh?